Excmo. Sr. D. Juan Lladró Dolz
Vice Gran Maestre
¡Tres días inolvidables!
Pasar cada año unos días en el Monasterio del Olivar nos resulta ya muy familiar. Desde la subida a la Ermita y la subida a la Cruz por los más jóvenes, a los que esperamos bajo sin dejar de pasar por el “Locutorio del Pino”, desde donde nos comunicamos con nuestros familiares, es todo un ritual.
Después todos juntos nos reunimos en el Monasterio donde el Padre Primo, como siempre tan inspirado, nos ameniza con sus charlas cada vez más difíciles de superar, acompañadas siempre de reportajes fotográficos y sabios consejos de los más altos pensadores.
El tiempo nos ha pasado volando, las charlas han parecido cortas y las misas han sido el colofón de nuestra aventura espiritual. Digamos que Pentecostés ha cumplido su misión!!
Cambiando de tema, la gastronomía ha sido inmejorable, con aportaciones particulares imposibles de rechazar y que nuestra báscula va a tener que soportar!!
Tuvimos cumpleaños y también recuerdos para nuestro querido amigo Guzmán, que no ha faltado nunca y que pedimos por su inmediata recuperación. A los que no habéis podido venir deciros que vuestros sitios estaban vacíos, pues como podréis suponer habían sillas para todos.
Espero que la próxima vez podáis venir muchos más y como se suele decir “por mucho pan, nunca es mal año”. No os perdáis el próximo año las charlas del Padre Primo, que como buen maño que es “tiene cuerda para rato” pues seguro que si le hubierais oído cantar la jota pensaríais lo mismo que yo.
Sólo me queda felicitar a los que han pasado “tres días inolvidables” en Estercuel. Enhorabuena, un fuerte abrazo para todos y hasta la próxima!
Juan Lladró Dolz